Se propone el mobiliario urbano como un sistema de refugios-pérgola cultivados a la manera de jardines urbanos, que aporten una fuerte identidad regional acorde a un contexto cultural y un clima. Nos propusimos encontrar una respuesta enraizada en el paisaje con la tecnología apropiada. Se trata de humanizar el espacio público de la ciudad, transformando positivamente la movilidad urbana y caracterizando su desarrollo turístico. Las estructuras son portadoras de vegetación autóctona, dadoras de color, perfume, sombra y una atmósfera de encantamiento del paisaje urbano y rural. Convertir en positivo el tiempo de las esperas para el disfrute de todos, lugares para la vida protegidos de la fuerte incidencia del sol misionero. Los espacios propuestos que se convertirán en parte de la vida cotidiana de la comunidad, estimulan la experiencia sensorial, acusan el paso de las estaciones con las distintas floraciones y acrecientan la cosmicidad del habitar urbano.