El conjunto se concibe como una nueva topografía de lomadas verdes hacedora de un paisaje restaurador del entorno, reinventando y completando el conjunto de parques.
La arquitectura deviene parque, con el equilibrio de los componentes artificiales y naturales. Lo construido mineral en armonía con los elementos orgánicos conformando una entidad de gran unidad.
El conjunto arquitectónico se descompone para “acomodarse” a los árboles existentes, preservándolos en su totalidad. La fragmentación del volumen edilicio y el descenso del nivel del mismo con respecto a la cota cero colaboran a minimizar el impacto de lo construido sin dejar por ello de convertirse en un nuevo hito institucional en la ciudad.